¿Qué es la Disfunción Eréctil? ¿Qué síntomas tiene la Disfunción Eréctil? ¿Cómo saber si se tiene Disfunción Eréctil? ¿Qué causa la Disfunción Eréctil? ¿Es posible tratar la Disfunción Eréctil? ¿Cómo se trata la Disfunción Eréctil?
A pesar del tabú existente entre los hombres en lo relativo a hablar de la Disfunción Eréctil, lo cierto es que se trata del Problema Sexual más común en varones: hay estudios que indican que podría afectar significativamente a más o menos el 50% de los hombres.
La Disfunción Eréctil consiste en experiencias recurrentes de dificultades para conseguir o mantener la erección durante las relaciones sexuales, y en ocasiones llega a suceder incluso con la masturbación. Este Problema Sexual es conocido popularmente como “impotencia”.
El diagnóstico de la Disfunción Eréctil requiere que se produzcan dificultades de erección de forma repetida en la mayor parte de las relaciones sexuales durante al menos tres meses.
Entre los síntomas más habituales de la Disfunción Eréctil encontramos:
Es necesario puntualizar, a grandes rasgos, que la Disfunción Eréctil puede obedecer a causas físicas, psicológicas, o una combinación de ambas.
En el caso de las causas físicas, normalmente existe una ausencia de erección al despertarse por la mañana. Cuando las causas son psicológicas la disfunción se produce en un momento o situación determinados.
Para saber si tienes Disfunción Eréctil y tratar los síntomas de este problema es recomendable que consultes a un especialista en terapia sexual que pueda orientarte a la hora de detectar y manejar la situación.
La excitación sexual masculina es un proceso complejo que involucra al cerebro, las hormonas, las emociones, los nervios, los músculos y los vasos sanguíneos. La disfunción eréctil puede ser el resultado de un problema con alguno de dichos factores.
A veces, la disfunción eréctil se debe a una combinación de cuestiones físicas y psicológicas. Por ejemplo, una enfermedad física menor que hace que tu respuesta sexual sea más lenta puede generarte ansiedad con respecto a mantener una erección.
Varios factores de riesgo pueden contribuir a la disfunción eréctil; por ejemplo: enfermedades, consumo de tabaco, sobrepeso, ciertos tratamientos médicos, lesiones en los nervios o las arterias que controlan las erecciones, medicamentos, trastornos psicológicos, consumo de alcohol y de drogas.
Existen varias opciones de tratamiento, según la causa y la gravedad de la disfunción eréctil y las enfermedades de salud preexistentes.
El tratamiento de la Disfunción Eréctil depende sobre todo de sus causas. En los casos en que los Problemas Sexuales se deben a factores médicos, el tratamiento muchas veces incluye a profesionales de la medicina. Los casos de Disfunción Eréctil relacionados con abuso de sustancias son también habituales.
Cuando la Disfunción Eréctil tiene causas psicológicas como ansiedad sexual o falta de familiaridad con las relaciones físicas, el tratamiento psicológico es la mejor opción.
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La Eyaculación Precoz es otro de los Problemas Sexuales masculinos más comunes junto con la disfunción eréctil. Afecta a varones de todas las edades, incluyendo a hombres mayores y también a jóvenes con poca experiencia sexual, dado que muchas veces se da durante el periodo en el cual la persona se habitúa a las sensaciones de placer sexual en las relaciones.
El Vaginismo es una disfunción sexual que se debe a una respuesta automática de tensión muscular y que dificulta o imposibilita los intentos de penetración vaginal. Es habitual que se produzca dolor al probar la penetración e incluso a causa de las propias contracciones musculares.
La Dispareunia se define como una disfunción sexual caracterizada por la presencia de dolor durante el sexo. También puede designar la aparición de dolor previo o posterior al sexo, por ejemplo, después del orgasmo.
La Anorgasmia consiste en la incapacidad recurrente para alcanzar el orgasmo en las relaciones sexuales, incluso cuando la estimulación es apropiada. No es posible hablar de Anorgasmia si la falta de orgasmo se debe, por ejemplo, a escasa atracción sexual o a un déficit de habilidades por parte de la pareja.
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